Hoy les traigo una de mis reflexiones, de esas bien personales y me gusta compartirlas con ustedes. Es sobre la resiliencia, ya que hoy es una capacidad fundamental en el mercado laboral.
Por estos días hay un concepto que ronda mis pensamientos: “Capacidad de Resiliencia”. Busqué en el diccionario y me encontré varias definiciones.
Una de las definiciones es: recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro; sin duda creo que resume y le da sentido a esta capacidad. Los profesionales de las ciencias del comportamiento sabemos que fortalecer la autoestima desde la niñez ayuda a estimular el sentido de resiliencia.
Poder recuperarse positivamente de una situación traumática, aprehender del dolor y generar conductas positivas “cura”.
Esto mismo, pienso que ocurre en el caso de las Empresas y Organizaciones, leer adecuadamente las situaciones críticas, contar con autoestima y autoconfianza en las propias capacidades. Entender el entorno y revertir un trauma en fortaleza hace que las organizaciones aprendientes sean cada vez más exitosas en el mundo de los negocios.
La capacidad de resiliencia ahora más que nunca resulta fundamental para el logro de resultados corporativos.
Ríos de tinta se han escrito sobre este tema, como me gusta mucho el cine y visualizar desde una historia sencilla mínima y particular conductas, los invito a ver la película «El Ultimo Traje» de Pablo Solarz, bella, sensible y bien resiliente.
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